ECONOMÍA
Contexto
económico
Coyuntura económica
Gracias a su estabilidad
política, en contraste con el resto de la región, los Emiratos Árabes Unidos
(EAU) han mostrado cierta resistencia ante la bajada de los precios del
petróleo. El crecimiento económico ha sufrido una disminución constante,
llegando al 2,3% del PIB en 2016, si bien la situación es diferente en cada
emirato. El PIB del país está dominado por la fortaleza económica de Abu Dabi
(60%), especialmente por su producción de hidrocarburos y el control que ejerce
sobre la mayor parte de los ahorros nacionales. Dubái contribuye con una cuarta
parte del PIB y funciona como la plataforma económica de los Emiratos gracias a
su moderna infraestructura portuaria y aeroportuaria. Las previsiones
económicas para 2017 elevan el crecimiento hasta el 2,5%, y a largo plazo se
espera que la celebración de la Exposición Universal de 2020 suponga un
importante estímulo para la economía del país.
La solidez del sector bancario y los ingresos del turismo han ayudado a suavizar el impacto por la bajada de los precios del petróleo, lo que refleja la diversificación económica de los EAU (el sector petrolero representa tan solo el 30% del PIB). Sin embargo, desde 2015 los EAU afrontan un importante déficit público por la disminución de los ingresos petroleros. El déficit se agravó en 2016, pero se espera que la situación mejore en 2017 por la ligera subida prevista de los precios del petróleo. En 2016 el gasto público se enfocó en el desarrollo del sector energético y del agua, y se acometió un ambicioso programa de vivienda. Esta tendencia se mantendrá en 2017 y además se pondrá en marcha un programa de desarrollo de tres años enfocado en la educación y en reducir la presión sobre las infraestructuras públicas. El gobierno está intentando además limitar el gasto público. Para hacer frente al déficit, los siete emiratos han recurrido a sus reservas financieras y a la emisión internacional de bonos. La solidaridad financiera entre los emiratos es crucial, mientras que la deuda de las empresas paraestatales de Dubái es preocupante. En octubre de 2016 los bancos centrales de los EAU tenían 81.000 millones de USD en reservas financieras. Desde 2015 las autoridades iniciaron una serie de medidas, como la reforma de los subsidios energéticos, que incluye una desregulación de los precios del petróleo y un aumento de las tarifas del agua y la electricidad. Se están estudiando otras medidas fiscales, como la introducción de un impuesto de sociedades y el IVA en 2018. El gobierno de Abu Dabi, cuyos ingresos han sido los más afectados por la bajada de los precios del petróleo, ha priorizado los proyectos de inversión, mientras que Dubái se está centrando en estimular la actividad mediante la inversión relacionada con la Expo 2020 (especialmente en extender la red de transporte urbano). Aunque la deuda de Dubái se ha reestructurado con éxito, persiste la amenaza de una nueva burbuja inmobiliaria y un exceso de capacidad. Abu Dabi está apostando por la diversificación de su economía y el desarrollo de fuentes de energía alternativas. En 2017 está previsto que entre en funcionamiento la primera central nuclear así como una inversión masiva en energías renovables (como el proyecto "Masdar", con un coste de 22.000 millones de USD). Conscientes del carácter finito de sus reservas de petróleo, los EAU han emprendido una política de diversificación económica para reducir la dependencia de los hidrocarburos. Dubái se centra principalmente en desarrollar su sector turístico.
La solidez del sector bancario y los ingresos del turismo han ayudado a suavizar el impacto por la bajada de los precios del petróleo, lo que refleja la diversificación económica de los EAU (el sector petrolero representa tan solo el 30% del PIB). Sin embargo, desde 2015 los EAU afrontan un importante déficit público por la disminución de los ingresos petroleros. El déficit se agravó en 2016, pero se espera que la situación mejore en 2017 por la ligera subida prevista de los precios del petróleo. En 2016 el gasto público se enfocó en el desarrollo del sector energético y del agua, y se acometió un ambicioso programa de vivienda. Esta tendencia se mantendrá en 2017 y además se pondrá en marcha un programa de desarrollo de tres años enfocado en la educación y en reducir la presión sobre las infraestructuras públicas. El gobierno está intentando además limitar el gasto público. Para hacer frente al déficit, los siete emiratos han recurrido a sus reservas financieras y a la emisión internacional de bonos. La solidaridad financiera entre los emiratos es crucial, mientras que la deuda de las empresas paraestatales de Dubái es preocupante. En octubre de 2016 los bancos centrales de los EAU tenían 81.000 millones de USD en reservas financieras. Desde 2015 las autoridades iniciaron una serie de medidas, como la reforma de los subsidios energéticos, que incluye una desregulación de los precios del petróleo y un aumento de las tarifas del agua y la electricidad. Se están estudiando otras medidas fiscales, como la introducción de un impuesto de sociedades y el IVA en 2018. El gobierno de Abu Dabi, cuyos ingresos han sido los más afectados por la bajada de los precios del petróleo, ha priorizado los proyectos de inversión, mientras que Dubái se está centrando en estimular la actividad mediante la inversión relacionada con la Expo 2020 (especialmente en extender la red de transporte urbano). Aunque la deuda de Dubái se ha reestructurado con éxito, persiste la amenaza de una nueva burbuja inmobiliaria y un exceso de capacidad. Abu Dabi está apostando por la diversificación de su economía y el desarrollo de fuentes de energía alternativas. En 2017 está previsto que entre en funcionamiento la primera central nuclear así como una inversión masiva en energías renovables (como el proyecto "Masdar", con un coste de 22.000 millones de USD). Conscientes del carácter finito de sus reservas de petróleo, los EAU han emprendido una política de diversificación económica para reducir la dependencia de los hidrocarburos. Dubái se centra principalmente en desarrollar su sector turístico.
En enero de 2016 los EAU
rompieron las relaciones diplomáticas con Irán. Sus fuerzas armadas están
implicadas en la guerra civil que se libra en Yemen contra los rebeldes hutíes.
Los EAU tienen una de las rentas per cápita más altas del mundo y un sistema de
seguridad social altamente desarrollado. Su tasa de desempleo es una de las más
bajas de Oriente Próximo (3,6%), pero su dependencia de los trabajadores
extranjeros es tan grande (más del 85% de la mano de obra) que se ha lanzado
una política de "emiratización" para estimular el empleo local.
Principales
sectores económicos
La
agricultura contribuye aproximadamente con el 1% del PIB, mientras que la
explotación de materias primas representa alrededor del 36%. Los Emiratos
Árabes Unidos son el tercer productor mundial de petróleo y cuenta con unas
importantes reservas de gas y petróleo que al ritmo actual de consumo pueden
durar hasta 100 años.
La
actividad industrial ha experimentado un crecimiento sin precedentes en los
últimos cinco años, especialmente en sectores como la metalurgia, los muebles,
la elaboración industrial de alimentos, los fertilizantes, la fibra de vidrio,
la producción de aluminio, los materiales de construcción, la industria
petroquímica y las inmobiliarias.
Por su parte, el sector terciario (especialmente el comercio internacional, el transporte aéreo, el turismo y las actividades financieras) representa el 44,5% del PIB.
Por su parte, el sector terciario (especialmente el comercio internacional, el transporte aéreo, el turismo y las actividades financieras) representa el 44,5% del PIB.
Comentarios
Publicar un comentario